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domingo, 16 de junio de 2013

Concurso de Relato corto 2013 - ESO - 1º Premio

VICA Y MOT
Ana Montes Martínez (3º ESO A)
 
Nadie nunca imaginó que Vica, una joven y risueña chica, acabara amando a algo tan espantoso como Mot, y que el acabase amándola con locura.
 Vica era querida por todos aquellos que la conocían, por el contrario Mot era odiado por todos ellos que la amaban. Por eso amaba a Vica, porque era la única que le quería y le comprendía. Y esto es una de las cosas que los demás no entendían.
Pero que la gente lo entendiese, lo tomase a mal o a bien y las opiniones de los demás no les importaban nada en absoluto. Ellos se amaban, se complementaban y se volvían uno solo. Vica tenía todo aquello de lo que Mot carecía y viceversa. Se encontraban perfecto el uno para el otro.
Vica siempre estaba de un lado a otro, y siempre, allá donde iba, traía con ella la vida y la alegría. Por eso todo el mundo la quería, no traía nada malo con ella. Mot siempre iba buscándola, no le gustaba estar más de un minuto sin ella. Tarde o temprano aparecía, y traía con él lo contrario que Vica dejaba a su paso; la desgracia y la tristeza. Era raro que Vica no hubiera perdido la sonrisa estando con Mot, al contrario, si él no estaba su cara tomaba el rostro de la tristeza.
Pero la gente estaba harta de que Mot les llevase la desgracia. Y por supuesto no iban a encerrar a Vica para que Mot se quedase con ella. Debían deshacerse de él y así todo se solucionaría. Se reunieron e idearon un plan para borrar a Mot del mapa.
Así que, mientras Vica dormía y Mot admiraba su belleza y se ocupaba de que nadie interrumpiera sus sueños, entraron a su casa y le dieron un fuerte golpe a Mot que lo dejo inconsciente al momento. Ahora solo tenían que llevarlo muy lejos de allí y arrojarlo por algún lugar peligroso. Caminaron hasta el amanecer, y notaron que Mot se estaba despertando poco a poco. Así que se dieron prisa y lo arrojaron por el primer acantilado que vieron. Mot cayó al agua y desapareció.
Volvieron al poblado, y encontraron a Vica muy alterada y buscando como loca a Mot. No dijeron nada. Cada uno se fue agotado a su casa.
Mot despertó, flotando en medio del mar. Se quedó pensativo siendo arrastrado por la marea. Pensó miles de cosas, estaba confuso. Llegó a la orilla y por un instante la imagen de Vica le vino a la cabeza. Se levantó, estaba confuso. No sabía lo que había pasado, ¿dónde estaba? ¿Cómo había llegado hasta ahí? y la pregunta más importante; ¿Dónde estaba Vica?
Como loco empezó a buscarla, por todo lados. Corrió por toda la orilla de la playa, se adentró en el bosque, subió y bajó montañas... sin ningún resultado.
Por otro lado Vica salió también en la búsqueda de Mot. No temía a las cosas desconocidas y peligrosas que podría encontrarse. Tenía la esperanza de encontrar a su amado.
Pasaron días, meses, y algún que otro año y ninguno encontró al otro. Vica dejo de ser la Vica de antes; no sonreía, no traía vida. Marchitaba todo su alrededor. Mot se volvió más oscuro, enloqueció de amor; escuchaba la voz de Vica y la veía en todas partes. Se convirtió en una sombra de tristeza y locura que traía la muerte con él. Ninguno olvidó lo que sentía por el otro. Soñaban con encontrarse de nuevo.
Mot cobró un gran número de muertes a causa del aura de tristeza que con él venía. Cada día se sumaban muchas más personas sin vida. Esta noticia fue expandiéndose poco a poco hasta que llegó a oídos de Vica. Decidió dejar de buscar a su amado tras largos años haciéndolo sin resultado, y en su lugar buscaría a aquella cosa que causaba la muerte a los demás. Aquella cosa que destrozaba el trabajo que ella hacía antes de que Mot desapareciese.
Siguió las pistas que iba recogiendo y el rastro de cadáveres que la bestia dejaba a su paso. Pero estaba anocheciendo, tenía que buscar un lugar donde refugiarse y descansar. Encontró una pequeña cueva que pensó que era perfecta para descansar. Encendió una fogata y se acostó en el frío suelo. Estaba agotaba, había pasado mucho tiempo desde que ella no dormía.
Una sombra se movió en la oscuridad de aquella cueva, pero como Vica se encontraba en un profundo sueño no se percató nada en absoluto. La sombra de acercó a ella. Se sentó justo delante de Vica. Le acarició el pelo y se pasó la noche entera observando cómo dormía plácidamente.
Cuando Vica despertó, lo primero que vio fue aquella sombra que la miraba fijamente. Se asustó y empuñó su arco y una flecha. Disparó y quedó atónita; no gritó de dolor, ni siquiera salía sangre de su herida. Presa por el pánico Vica echó a correr, notando que aquello le perseguía. ¿Podría tratarse de eso de que llamaban muerte? ¿Aquello que tenía horrorizado a todo el mundo que había oído hablar de él?
Fuera lo que fuera, Vica no se detendría a descubrir quién o qué era esa sombra que la seguía.  Notaba su aliento en la nuca. Vica estaba muy nerviosa y asustada. Sus nervios le jugaron una mala pasada y calló al suelo a causa de un paso mal dado. Se temía lo peor, contemplaba su propia muerte, delante de ella, clavándole la mirada. Acercándose cada vez más a ella, poco a poco. Su aliento se congeló, su corazón se paralizó. Tenía mucho miedo, no sabía qué muerte le esperaba. No sabía cuánto dolor iba a aguantar a manos de La Muerte.
Se acercó y se arrodilló ante Vica. La abrazó. ''Te encontré, tanto tiempo mereció la pena. Al fin en mis brazos, otra vez''. Vica no entendía nada. Pero aquel abrazo le resultó familiar, cálido. Cuando la Muerte se separó de ella, le miró a los ojos y vio en sus ojos el brillo de la mirada de Mot. Al verlo de nuevo, esos sentimientos que olvidó tiempo atrás volvieron nuevamente, más fuertes que nunca. Mot tomó en brazos a Vica. Ella no paraba de sonreír.
Mot se deshizo de su sombra de tristeza y locura con cada paso que daban. Pero no sabía a dónde ir. Ambos no querían volver a su aldea. Así que se fueron lejos, a donde el viento y el sol les llevara.
Caminaron mucho hasta encontrar un lugar de su agrado, donde pasarían el resto de sus vidas juntos. Prometieron no separarse de nuevo, nunca más. No querían volver a sufrir la angustia vivida.
Y así fue, aquí acaba la historia de la Vida y la Muerte. Dos enamorados que desde entonces van juntos de la mano; Vica dando la vida a los demás y Mot arrebatándosela a otros como recuerdo de su sufrimiento.                                     

 

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