TINTA DE REALIDAD
Cristina Soriano Ramos (4º ESO A)
Pelotas que
rebotan en el umbral de la inocencia
Escondidas
bajos capas de lluvia que muestran
gota tras
gota la cruel hipocresía de la fría escarcha.
Inocentes
chiquillos que juegan a esconderse
en el lugar
más oscuro creyendo que no los ven.
Somos frágiles
muñecos que llegan a romperse
Con el
simple susurro de un suspiro.
Las olas
resuenan en alta mar y cada relámpago
dibuja en
la niebla el sollozo del humano
que pide
unas migas de pan para alimentar
su paladar.
Una mano de
esperanza se cierra ante la ayuda mientras
despedaza
un sarcasmo de egoísmo como su propia vida.
Escondidos
bajo máscaras de bondad mostramos bellas
frases de
solidaridad que son borradas
con tinta
suave de realidad.
Encadenados
a juicios dictados por la sociedad
escondemos
la verdad de lo que somos para
dibujar con
colores el chico ideal.
Cada soplo
de viento reparte entre el aire
el perfume
de cada ser, que recoge entre
sonrisas
las lágrimas ocultas de lo que somos.
Felices son
aquellos que visten de pelo de león
e
injustamente castigados aquellos que marcan su piel
de ácido
limón.
Podrá algún
día calmarse el llanto ahogado de
aquel que
tiene sed.
Podrán algún
día desvanecerse en arena las almas
injustas
que alimentan la codicia,
pero para
ello, deberán florecer en primavera
flores sin
espinas con ansia de ser y no de tener.
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